La geografía entre tu y yo
Lucy vive en la vigésimo cuarta planta de un bloque de apartamentos de Nueva York. Owen, en el sótano. No es extraño, por tanto, que se conozcan a medio camino, en un ascensor inmovilizado por un apagón local. Después de que los rescaten, dedican la noche a pasear juntos por las calles a oscuras, sólo iluminadas por la rara aparición de las estrellas sobre Manhattan. Y con la vuelta de la electricidad, también retorna la realidad: Lucy se traslada a Edimburgo con su familia, mientras que Owen se dirige al oeste de Estados Unidos con su padre. Así podría haber acabado la historia. Pero en ese apagón de un inicio prometedor brillarán de vez en cuando las postales y mensajes que ambos intercambiarán desde puntas opuestas del globo para desafiar la geografía entre los dos. Porque, a fin de cuentas, el centro del mundo no tiene por qué estar en un lugar: también puede tratarse de una persona.
Su historia empezó en un ascensor de Nueva York y continuó en postales al otro lado del mundo.
Esta historia captó mi atención con solo leer la sinopsis y fue una de mis propuestas de lecturas de este año, ya que recoge uno de mis favoritos géneros.
Al principio de la historia, nos mete de lleno en la situación que se ve envuelta Lucy y Owen al quedarse encerrados en el ascensor y cómo nuestros protagonistas actuarán. Esa situación fue bastante emocionante para mi ya que era el primer contacto que tendrían ambos y que más tarde mejoraría. Con la vuelta de la electricidad y ellos fuera del ascensor fue su momento mágico y especial que, para mi, no volverá a surgir. Fue uno de los pocos momentos que me sentí emocionada.
El desarrollo de la historia me ha parecido muy rápido y confuso ya que ambos se están trasladando a varios sitios del mundo y se me hace deslocalizarme un poco. También nos cuenta como de vez en cuando se comunican por postales y cómo con un pequeño trozo de cartón pueden transmitir las palabras que no se atreven a decir. Pero al final, ha resurgido la misma emoción que tuve ante su primer encuentro en el ascensor, dejándonos con un final abierto.
Ha sido un poco decepcionante porque quizás tuve demasiadas expectativas, por lo que me ha parecido un poco pesada la lectura después del primera parte. Aunque si es verdad que te mantiene con la intriga de qué será de ellos y cuando será su encuentro.
No todo es negativo y si que es verdad que en cada país o zona geográfica que se sitúa cada uno te lo describe como si tu mismo estuvieses allí aportándote datos y lugares más destacados.
He podido terminar esta lectura, ya que no es un libro muy extenso (tiene 325 páginas), porque la intriga de saber qué futuro iban a tener ellos dos juntos y cómo se iría formando este amor geográfico.
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